Excursiones con niños

Casa Estarrún

22 junio 2020

1 comentario

Ruta circular por el valle de Igüer

Fecha: 01/06/2020. Esta ruta por el valle de Igüer, la cabecera del valle de Aísa, se puede realizar sin problemas en todas las estaciones, aunque en invierno se necesitarían raquetas y el material adecuado para esta época del año. Para realizarla con niños es mejor evitar el invierno, aunque en esta estación se puede seguir la pista que atraviesa el valle junto al río; en un día soleado de invierno, y con raquetas, los niños de más edad pueden disfrutar mucho.

Dificultad: Fácil.

Duración: La circular completa, sin paradas, se puede realizar más o menos en 2,5 horas, aunque, tanto si vamos con niños como si no, las paradas obligatorias para deleitarnos en el paisaje prolongarán la excursión.

Desnivel: 366 metros, y 5,86 km de distancia.

Altitudes: Cleta: 1.430 metros. GR-11: 1.740 metros.

Ruta: Véase el track (incluye los cruces y algunas fotografías)

El barranco o valle de Igüer forma junto al valle de Rigüelo la cabecera del valle de Aísa: ambos sirven de puerto del valle. Flanqueando el barranco de Igüer se yerguen las cimas que forman la sierra de Aísa (el Aspe, la Llana de la Garganta y la Llana del Bozo) y al Oeste encontramos la sierra de la Estiba (peña Mesola). El valle de Rigüelo se adentra hacia el Este hasta elevarse en la sierra de Los Lecherines, unos encrespados riscos para adentrarse en los cuales se exige cierta destreza, y en los que anidan el quebrantahuesos y el águila real. El valle de Igüer nos recibe con las aguas cristalinas que descienden del Chorrotal (nacimiento del río Estarrún) y el propio barranco de Igüer, y en primavera nos deleitaremos con las múltiples pozas que forman.

En primavera el valle se tiñe de los colores de las infinitas florecillas que crecen por todas partes: lirios morados y amarillos, flores de nieve, falso azafrán, el precioso lilium pyrenaicum... En invierno el valle y las cimas se visten de blanco y el agua del barranco se detiene, congelada. Y, si nos acercamos en verano, tendremos que esquivar los rebaños de vacas y ovejas que pastan en sus prados. En toda estación, si nos adentramos en los prados de Izagra, podremos descubrir los restos del dolmen del mismo nombre y los meandros de los manantiales que lo surcan. Asimismo, tampoco deberíamos perdernos una visita (véase el mapa) al nacimiento del río Estarrún, cuyas aguas surgen a borbotones de la montaña.

Descripción de la ruta

La ruta comienza en la llamada Cleta, una puerta de hierro localizada al final de la carretera que lleva al fondo del valle de Aísa (a 8 km de Aísa). Después de cruzar la Cleta seguiremos una pista de tierra, y a unos 200 metros dejaremos a la derecha el desvío que lleva a las pozas del Estarrún, donde podremos sumergir con alivio los pies tras nuestra caminata. Un poco más adelante subiremos una cuesta sobre la que han vertido hormigón para el paso de los ganaderos, cuya pendiente resentirá nuestras aún frías piernas, pero en unos 200 metros llegaremos arriba. Aquí el valle se abre a la vista: a nuestra derecha veremos el valle de Rigüelo y a nuestra izquierda el valle de Igüer, por el que transitaremos esta vez.

Llegaremos enseguida al barranco de Igüer, y enfrente del refugio de Saleras vadearemos el río (con mayor precaución en primavera y otoño, al bajar más caudal), que en este tramo también recibe el nombre de Igüer. Antes de cruzarlo podremos examinar el panel con las rutas del valle, entre las que se encuentra la nuestra. Una vez al otro lado, seguiremos un camino ancho de tierra, paralelo al río (un PR señalizado), y no lo abandonaremos hasta llegar a una pared de roca, que nos obligará a ascender por el margen derecho del valle hacia la GR-11. Antes tendremos que cruzar más de una vez el río, donde acaso divisemos algún tritón o alguna ranita pirenaica; y posiblemente en verano habrá que esquivar los grupos de vacas que pastan a sus anchas por estos prados.

Conforme nos acerquemos a la pared de roca caliza, que separa el valle de Igüer de la plana de Izagra (antes un ibón), encontraremos más piedras y rocas sueltas, por donde, si el valle está tranquilo, se pueden divisar grupos de sarrios y alguna que otra marmota. Ya cerca de la pared, y una vez cruzado de nuevo el río, divisaremos una señalización que nos dirigirá, en sentido ascendente (150 m al Este), al encuentro con la GR-11. En este punto, si se está con fuerzas, se puede seguir la GR-11 hacia el Collado del Bozo (girando a la izquierda), y en una media hora más llegaríamos a la zona de Izagra y su dolmen, rincón muy verde surcado por manantiales, antaño un ibón, hoy colmatado.

Seguiremos las señalizaciones y, una vez en el cruce, tendremos que girar a nuestra derecha, en dirección al collado de La Magdalena, para volver paralelos al río, pero a mayor altura. Continuaremos, sin abandonar las indicaciones de la GR-11, hasta la confluencia con el sendero que desciende del Aspe (30 minutos). Este sendero atraviesa el cordal que separa el valle de Igüer y el de Rigüelo. Seguiremos pendiente abajo hacia el refugio de Saleras (15/20 minutos) y nos encontraremos con una señal que indica el sendero al Chorrotal. Una vez en el refugio de Saleras, sólo nos quedará desandar el camino de subida para llegar hasta la Cleta.

Un Comentario

  • Antonio Cano Santamaría dice:

    Las vistas desde la Cleta son espectaculares y al adentrarse en el valle se magnifican aún mas.
    Hacer todo el recorrido tiene un buen colofón si se remonta el sendero hasta el collado del Bozo y se contempla el otro valle, de Lizara, con su refugio y el impresionante Bisaurín.

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